de Leonardo Bernabé Madrid, mi padre, "cosechador de amistades que perduran". Para la familia, para los amigos, para quienes lo conocieron, para los que llegaron tarde, para el pueblo de General Guido

5/11/07

LA ORACION

Atardecer sobre la laguna de Gral. Guido.
La foto pertenece a José Esteban Guebara
(el hermano de María Bernarda, ¡Bien de familia!)

Crepúsculo argentino sin campanas
¡que ganas sin embargo de rezar
de juntar nuestras voces humanas
al rustico mugido y al balar.
A estas horas marea la pampa como un mar.


Baldomero Fernández Moreno

22/3/07

El Aprendiz de Curandero

¡Al overo!, te le vas de noche y le sacas una cerda de la cola, y escucha bien Ulogio, te maneas un sapo vivo, y así, lo “eintierras”, vivo, en la cancha, anda nomás, que no me debes nada che y que gane el “miejor”.
¿Bicho moro?, eso te arruino la papa Martin, yo te curo, te vas a la laguna y buscate cuatro sapos machos, les atas las patas y los colgás, así, levantaba los brazos, en las cuatro esquinas del lote, después contame che, anda nomás que nada debes.
No le tenga miedo doña Maria, cuando los oigás, cruzas así y mostraba con sus pies, las alpargatas y ¡ya esta!, como que me llamo Pancho y Sierra, tus perros dejan de aullar. Anda Mujer, nada debes.
El Aprendiz de curandero y su asistente pasaban las horas en la galería atendiendo a sus imaginarios consultantes, mientras mamá, los miraba desde la cocina y sonreía, Rojo les daba letra, Tulio y yo jugábamos al hoyo aquel último día de Junio ¿ustedes se preguntan como es que recuerdo con tanta precisión, Mochi, cumplía los diez, 30 de junio de 1922, la casa olía a cascarilla y a buñuelos angelones.
El aprendiz de curandero recelando que todos lo observaban se puso frente a un paraguas, que abierto, escurría el agua de la lluvia molesta que se había descolgado un rato antes, obligando a alguno de los asistentes a la partida de mus que se desarrollaba en la cocina a hacer uso.
De pie, frente a aquel paraguas, Loro, el aprendiz de curandero, invocando a Pancho y Sierra, ordeno a la sombrilla negra que caminara… ¡en nombre de Pancho ¡Camine carajo! Grito con fiereza. La asistente era la Negra, tenía cuatro años, pero lo seguía todo el día, donde estaba el Lorito, decía mamá, esta Ofelita, bueno, ahí estaba ella, ordenándole al “panaguas” caminar ¡en el nombre de Pancho ande Calancho! Dijo resuelta Ofelita. Sopló viento del este y el utensilio cobro vida, pego tres salto y un revolcón. Al ver que aquella cosa se les acercaba, el aprendiz de Curandero y Ofelita, su ayudante, se lanzaron en fugaz carrera hasta alcanzar las polleras de mamá, que ya se disponía a servir la humeante cascarilla para festejar los diez de su mimado Benjamín.
Leonardo Madrid(Negro) 1980

El Circo

Por las calles polvorientas del pueblo, andaba el circo, con su musiquita ¡chin chan, chin chan, plaf!. Sorprendidos, veíamos como ese, pesado y torpe hombrón, al compás de una pandereta hacía bailar al pobre oso, mientras un payaso saludaba alegremente triste, a la gente del lugar que se acercaba a su paso. Eran épocas de vacas flacas, pero pudimos ir a la función, Tulio, Mochi, Loro y yo. Dos días después, estábamos en casa recordando y Rojo nos propuso hacer nuestro propio circo. Tulio abrió aquella primera función, él era el maestro de ceremonia y hacia bailar al cachiro, el perro de Rogelio, al compás que le marcaba con una lata, también era el ilusionista, Loro y yo, los payasos, asistentes y payadores, nuestra hermana, la Negra, chiquita y Amanda nuestra prima eran el público. Todos rotábamos en nuestras destrezas, pero Mochi se había adueñado del trapecio, eran suyas las habilidades del equilibrista, él era el acróbata, caminaba por el alambre que marcaba el limite del patio y mientras los redoblantes, que habíamos hecho con los tachos, donde mamá lavaba la ropa, tronaban, él se preparaba. A esta altura se habían sumado los primos, Quiro y Chubero, los tambores llamaban a la concentración del público, Palde, anunciaba la llegada del “Magnifico Benjamín”, y allí apareció Mochi en escena. Exhibía sobre la espalda un delantal de mamá a modo de capa, saludó, con un brazo en alto, se quitó el atuendo, con un movimiento estudiado, se notaba, y de un salto, se encaramo, al hilo, poco duro en equilibrio, se vino al suelo, cayó mal, se golpeo la cabeza y ¡se desmayo! Mamá, salió a socorrerlo, mientras nuestro público femenino lloraba desconsoladamente y tía Lucia se acercaba chillando, ¡ustedes sabandijas, que le han hecho a mi Amandita! Cuando papá tuvo conocimiento de lo sucedido, [ni bien traspuso la puerta cancel, tía Lucia se encargo de eso] decretó el cierre definitivo de “El Circo”. Mamá pacificaba diciendo,- son cosas de chicos Bernacho, ¡jugaban!, los chicos jugaban, pero Papá haciendo uso de su autoridad levanto la carpa. Esa tarde el circo cerró para siempre, pero la musiquita aún suena en algún rincón del desván de mi memoria ¡Chin chan,chin chan, plaf!
Leonardo Madrid (Negro) 1980

16/2/07

Carta a un amigo

Décimas dedicadas al amigo ROBERTO LASERRA y a toda la gente del Fortín de la Tradición Argentina “TeofiloOlmos” en la Ciudad de la Plata, como expresión sincera de reconocimiento a la magnifica obra de argentinidad que realizan.

En mi anterior le decía
Que a veces me falta tiempo
Pa` dedicarlo al amigo
O acaso escribir un verso
Es así nomás paisano
Tal cual como se lo digo
Pongo a Dios por mi testigo
Que desde que el sol apunta
Paro los huesos de punta
Y del cansancio me olvido

Hoy sin embargo hago un alto
En mi quehacer cotidiano
Pa` agradecerle paisano
Sinceramente su verso
Me ha gustado lo confieso
En el demuestra la garra
De aquella estirpe bizarra
Del trovador de la pampa
Que paseo triunfal su estampa
Abrazado a su guitarra

Nosotros por estos pagos
De cuando en cuando a la viola
Le hacemos unos amagos
De la prima a la bordona
Alguna vez una huella
Otra vez una milonga
Zambas, gatos, algún tango
Que es también música nuestra
Le arrancamos a las cuerdas
De las guitarras cantoras.

Son maneras de pasarlo
Al menos entretenidos
Un asadito buen vino
En torno a un fogón campero
O también bajo el alero
De un rancho cobijador
Escuchando a ese cantor
Que bajo un cielo de estrellas
Emociones de la tierra
Nos canta con todo amor

Amigo Lacerra espero
Que muy pronto nos topemos
Otra vez guitarra en mano
Ya que bien nos conocemos
Junto a Orfeo, su familia
Romero, Don Pedro Bianco
Y otros que lamento tanto
No memorizar sus nombres
Pero a quienes recordamos
Por gauchos, buenos y nobles.

Será pues hasta ése día
Y que Dios esté con todos
Ya ve amigo de que modo
Le cobijo en el recuerdo
Cuando fuimos con Don Pedro
Y fue por primera vez
En el Fortín encontré
Gestos francos y sinceros
Por eso es que tanto quiero
Verlos de nuevo otra vez
Leonaro Madrid.

Banfield 21 /10/1970

14/2/07

Para que algún día

Yo, hago así con mis relatos y mis versos,
los escribo y como si fueran semillas
los siembro en la memoria de los míos.
En los atardeceres, los digo en voz alta,
para que los lleve el viento.
Para que se los lleve lejos.
Como el mensaje del náufrago,
dentro de la botella, a la deriva, esperarán.
Mañana ocuparan el espacio que deja mi ausencia
Mis versos, mis relatos, madurados al sol
de muchos caminos desandados
de noches de bohemia, amigos, vino y guitarras.
Herederos de toda mi nostalgia, de todas mis tristezas.
Esperarán, a que alguien, algún día
los rescate en el mar de los olvidos.
Leonardo Madrid (Negro) 1974.-

6/2/07

Había una vez

… una chingola, menuda avecita parda, que iba y venía por mi casa, del patio a cocina, de la cocina al patio, bordando esperanzas, deshilachando sueños, cosiendo ilusiones. Se le fue la vida La diminuta chingola, junto a su chingolo de lindo copete, acopiando ramitas, plumitas y grama a poca distancia del suelo, en el Vecino, armaron su nido. Yo la veía, con su delantal junto al rosal, llorando penas, riendo alegrías, atando cintitas, escondiendo dolores. Yo, ¡cuanto la quería! 
Pensando en a sus pichones, la estremecieron las campanas que llamaron al Ángelus y con su alita rota, fiel creyente, se santiguo y desgranando aves, alcanzo a María. 
Ya no hay dolor, se ha dibujado una suave sonrisa en su boca trémula. 
La pequeña Chingola se ha quedado dormida, Yo, ¡cuanto la quería! hay silencio en el patio, enmudeció la cocina, y en la casa hace frío. En siete corazones esta latiendo el tuyo avecita parda, pequeña Chingola mía. Tu fiel compañero celará del nido, hará oír por las noches su canto desleído y en vuelos fatigados, algún día, regresarán tus pichones a dormirse en el nido.
Para su madre Isabel Argañaraz 
Leonardo Bernabé  Madrid ( 1943 )

5/2/07

El Atillo

Desde la radio alguien canta, “tus cosas en un atillo” dice la letra, más tarde sabré que quien canta es Serrat, ahora yo recuerdo así, de un golpe aquella tarde de Agosto, en mi pueblo de Guido, cuando tenía diez años y escuche por primera vez esa palabra “atillo“.
Nosotros la habíamos visto una o dos veces no más, pasar en el carruaje, con las otras mujeres, como establecía la ordenanza, de nueve a diez, sabíamos muy bien quienes eran, esas mujeres y donde encontrarlas, pero ese año, el barrilete y la pelota, nos quitaban el sueño, no llegaban aún, los alzamientos que nos acercarían a esa Casa. Ese año, 1921 sucedió esto que voy a contarles.En esa siesta fría y gris de mediados de agosto, andábamos con los muchachos haciendo nada por el bajo de la laguna, de pronto oímos una voz que nos llamaba, ¡niños, niños, a vozotros, niños, que estais zordos, hijos! entonces vimos una mano, que se movía detrás del cerco de campánulas, nos acercamos amontonados los cuatro y vimos esos ojos negros, como semillas de achiras, ¡vozotros chavales!, dijo, oculten esto allí y nos indico unos matorrales de donde emergía un tala de ramas endebles y zigzagueantes, ¿allí he dicho niños, dejad allí, el atillo, ala, ala! Y nosotros obedientes cumplimos.
Pronto nos asaltaron las preguntas ¿Qué habría querido decir cuando dijo “atillo” , habría que preguntarle al gallego, él habla con la misma muziquita, Pero no, por que nos pidió silencio, nos dijo: ez mi zecreto y dezde hoy el de vozotros.
Después de mucho deliberar decidimos jugar payanca, desde un lugar donde pudiésemos ver el talita, así, sabríamos si alguien venia a buscar el paquete al que ella llamaba “atillo” y así lo hicimos, llego la noche y nos fuimos cada uno a nuestra casa.A la mañana siguiente en el patio de la escuela acordamos que debíamos volver al bajo y buscar el paquete, abrirlo y así sacarnos la duda.
Al primer chiflido salí saltando en una pata acomodándome las alpargatas, cuando llegamos, allí estaba el envoltorio, como nosotros lo habíamos dejado. Otra vez nos asaltaron las dudas y estábamos considerando, cuando vimos que al trotecito se acercaba un jinete en un gatiado.Buenas y santas, ¿que andan haciendo por acá, muchachos, con una tarde tan fría? dijo el hombre de sombrero requintado.
- Nada dije yo, y agregue, de hablador nomás, lindo el gateao, ¿no es de acá? - No dijo el forastero, voy de paso.
-¿Y pa`donde?,seguí interrogando.
-Voy pa`Boqueron,dijo el don.
- Pero anda mal rumbiao, dije, de metido nomás, ni sabia donde quedaba BoqueronEl no me quitaba el ojo, mientras liaba un cigarro.
- Disculpe, dijo al momento, no sabia que tan joven era el Comesario de este pueblo y largo una carcajada sonora. Yo también me reí, ya le había ganado el lado de las casas al forastero y acariciando el anca del caballo, solté, - tiene gateao, tiene tropilla Don, haciendo gala de mi conocimiento.
- Mira que sos diablón me dijo el forastero.
- Diablón y Estrellero corregí, así dice mi padre.
-¿cuantos años decís que tenes ?
-voy para los once don. Dije
Entonces los muchachos me chiflaron y salí con un, ¡hasta más ver! y a la carrera.
- ¿Como es que te llamás? pregunto, cuando me alejaba.
-¡Negro!, me dicen, alcancé a gritarle, cuando ya pasábamos frente al cerco de campánulas, y esa mujer saltaba, y nos miraba sorprendida, hizo un gesto de silencio y en puntillas, como para no despertar la siesta de agosto, se fue acercando al Talita , llevaba una pañoleta blanca que le cubría la cabeza y caía pesada en tres picos sobre su espalda, se agacho buscando el envoltorio, y con el en su mano se acercó al jinete la esperaba, él tendió la mano y ella se elevo como si fuera humito blanco; cuando pasaron frente a nosotros, exclame a modo de saludo ¡Gateao, antes muerto que cansado! y él, le soltó la rienda.
Ella se volvió para mirarnos desde esos ojos negros, pequeños y profundos, nos regalo un beso que soplo en su mano y nosotros, de pavos, se lo dejamos al viento y con un ¡Grazias Chavales!, que aún hoy recuerdan mis oídos, se perdieron calle abajo, rumbo al sur. El Jinete, la Moza y el Atillo

2/2/07

Yo pienso de esta manera

Cepeda, he leído atentamente los versos que me trajiste por la mañana y he decidido contestarte a vos con otros versos. Considero que el Mejicano, Manuel Gutiérrez Nájera, no va a atenderme por dos razones, la primera por que soy un negro engreído, con pretensiones de poeta, la segunda, intuyo, la más importante por que esta muerto hace ochenta años.

Digo que sí, Que la vida
¡Vivirla vale la pena!
Y es bueno vivirla plena
De los bienes que nos brinda
Así, sí resulta linda
Entonces, la vida es buena

Vivimos por que Dios quiere
Para eso nos dio la vida
Dios el pecado castiga
Si uno peca por malvado
Pero ni es mortal ni es pecado
Vivir gozando la vida

Estoy de acuerdo en que viva
En buena hora el dichoso
Cuide su vida afanoso
Si alegre en el mundo esta
Y si no es capaz de alcanzar
La dicha, no este quejoso

La salida tengo franca
Dice Nájera en su verso
Piensa en la muerte por cierto
Como una liberación
Más no sabe ese chambón
Que el mundo no es de los muertos

Si el supremo goce es premio
Que Dios nos manda del cielo
A todos los que en este suelo
Obedecemos sus leyes
Que me perdone Gutiérrez
El no sabe lo que es bueno
Leonardo Madrid (Negro) 1979

1/2/07

Cancerbero

¡Que no le tenga miedo la chica!
-¡Cancerbeeero! Gritas, ronco, áspero. Se llama cancerbero y es mi perro, ¡Negro!, Negro, vos y también el perro, decís jaraneando, mientras te acercas balanceándote sobre tus pasos. ¡Cancerbero! igual que aquel que los Dioses del Olimpo colocaron al cuidado de las puertas del infierno, el mismo, que impedía a los mortales entrar y a los espectros salir, Cancerbero es el nombre apropiado para mi perro ¿verdad que si Negro?.
Te digo sí y ya te adivino.
Desde no más de treinta centímetros del suelo, un mestizo de pelo hirsuto y vivaces ojos marrones, nos mira como, esperando una caricia, en la última vuelta se echa, hará un sueño cortito mientras te espera.
Estamos en la vereda de casa, en este atardecer de enero, aquí en Guido, a nuestro lado, las chicas, tus nietas, mi nieta, sentaditas en el umbral, sordas a nuestra conversación.
Los recuerdos nos pegan una atropellada y nos ganan en el pique. Esta carrera, el tiempo la lleva aliviada, nos estamos haciendo viejos, te digo, y con la presteza que te ha caracterizado, mirando a las chiquitas, que siguen en sus juegos, ajenas a nuestras confidencias, soltás, “como el perro delincuente/ que regresa con la aurora/ y echado a la puerta llora/ larga y amargamente/ en la tapera doliente/ que fue su torre patricia/ el Día de la Justicia/ me va a encontrar el mundo/ aguardando gemebundo/ como el can una caricia/ ¡Almafuerte! Rematas. Y salís bamboleándote sobre tus pasos, buscando en el amparo de la noche que se anuncia, la estrella que te acaricie. El perro te sigue a prudencial distancia. En la esquina del Club, te alcanzamos con las chicas, respondiendo a tu invitación, van a tomar un helado, se sentaran más tarde a tu lado en un banco de la plaza, mientras vos, viejo amigo, apartas pecheando las memorias que te oprimen la garganta, que te anegan la mirada. Te reclinas en ese asiento, preferido, mirando al cielo, ellas ríen nerviosas cuando las trates de usted, cuchichean como las doñas, te asaltan luciérnagas chispeantes y te roban dos besos, esos, que atesoras tacaño, abuelo rezongón. El tiempo se detiene en ese instante, la estrella esta justo sobre el banco de la plaza.
Tus nietas regresan a su casa y, nosotros digo, te esperamos a cenar, mientras nos vamos pisando chiquito, con mi nieta, dos pasos por delante. Vuelvo en aquel momento la mirada, te veo acariciar al Cancerbero, que a tu lado no pierde de vista las estrellas. Repito, entonces, te espero a cenar.
-¡Pero sin vino!, Negro, gritas, jaraneando, disimulando soledades, pecheando recuerdos. ¡A vos, Negro, el vino te hace mal, provocas, ¡a ver si te da por llorar! . Y arrancas meciéndote sobre tus piernas, dos pasos detrás de mi. Leonardo Madrid (Negro)

30/1/07

La Pruebista Lolita


El día 5 de Junio
En la calle Centenario
Se hallaron dos adversarios
Enhorquetados a sus fletes
En eso el más regordete
De apelativo Cepeda
Dijo: Lo único que queda
Por el amor de esta moza
Es Rodiño una carrera
Y así resolver la cosa.
Al ¡vamos nomás! Salieron
Con un desenfreno tal
Que los dos al por igual
Corrían como el Pampero
Puntió, Rodiño primero
Y lindo se acomodo.
Muy pronto se comento
Que este ganaba la lucha,
Pero ocurrió compañero
Lo que sabrás si me escucha.
Dos saltos, un hamacón
Y patadas del oscuro
Dieron como ya seguro
Lo que estaba por pasar
Cepeda quiso charquear
Pero tampoco lo pudo
Ya era tarde y el oscuro
Se volcó como una tasa
Y rodando lo largo
Como una bola de grasa.
En un ¡Ay!, decir
Jesús la gente se amontonó
Pa` ayudar al que cayó
Que era del sotreta dueño,
También el Circo Porteño
En pleno allí se reunió
Miren lo que sucedió
Por esa hijita de Eva
A quien ni el Diablo la lleva
Y aquí los alborotó
Dolorido por el golpe
Con la voz algo apagada
Dijo: yo no valgo nada
Rodiño, se la gano
En eso allí se llegó
Don Bernabé con un hijo
Y éste de inmediato dijo
Que a su casa lo llevaran
Y que el Doctor lo curara
Si el golpe le había hecho mal
Pero por felicidad
El mismo dijo: No es nada
Fue con suerte la rodada,
No hay ninguna novedad.
Y así fue, sin más ni más
Que se repuso el enfermo
Y aunque manco y medio rengo
Vencido ya en la esperanza
Caminó rumbo a su Estancia
Muy gauchito, a tranco lerdo.

29/1/07

Les Agradezco

Para mi Joven vecina Mirta Aguiar y para su novio Miguel Angel Monteiro
Amigos:
Les agradezco el obsequio
De este hermoso libro impreso
Con vocablos y refranes
“cosechador de amistades”
Me titulan en la ofrenda
No se si razones tengan
Yo me afirmo en la verdad
Y hago un culto a la amistad
Mientras recorro mi senda

El tiempo pasa llevando
A la cincha de los años
Esperanzas, desengaños
Y un montón de cosas más
Un recuerdo ha de quedar
Peleando contra el olvido
Será el de haber vivido
Del brazo con la decencia
Siempre en paz con la conciencia
Entre guitarras y amigos

He de volver al rodeo
Pronto si Dios lo permite
Pero acepten el convite
De hacer un alto en el camino
Para brindar con un vino
A salud y felicidad
Por que en buena vecindad
Pasemos la vida entera
De par en par la tranquera
Abierta de la amistad
Leonardo Madrid
Banfield.- 10/03/1969

Diez Chuzos parejos

Cepeda aquí va la respuesta a tu pedido, no esta demás si te digo que vienen, desde Tandil, con la aprobación de Rojo. 24/7/77.- Negro

Tengo diez chuzos parejos
Amadrinados a una zaina
Que cuando el cencerro llama
Relinchan obedeciendo
Dije diez pingos parejos
Aunque de distintos pelos
Pero eso sí, todos buenos
Pa´ diferentes quehaceres
Estrella de amaneceres
Codicia de forasteros

Entre ellos un alazán
Una luz en los “trescientos”
Y un moro que anda pidiendo
Distancias pa´ galopear
Un bayo, que pa´ pechar
colijo que no hay igual
del rodeo hasta el corral
y desde allí vuelta al rodeo
no se me queda un mañero
cuando me toca apartar

Tengo también un overo
Un tostado, un medio ruano
Un gateado un rubicano
Y un zainito coscojero
Al tobianito estrellero
Lo ensillo pa´ “dominguear”
En el me gusta montar
Y hacerlo pisar chiquito
Las calles de mi pueblito
Cuando me miran pasar

De cada uno de mis fletes
Yo tengo el “sartificao”
Que en la Intendencia me han dado
Como que me pertenecen
Que si a la “Ley” no obedece
Y anda sin “sigurida”
Probable la autoridad
Lo pare pa´ averiguarle
Y ¡guay! Si los animales
No son de su propiedad.

Con el sombrero en la nuca
Y el pañuelo volandero
Bien montao sobre el overo
Voy remontando la ruta
Dicen de dieciocho justas
Las leguas del recorrido
Del “Divisadero” a Guido
El punto de mi destino
Allí me lleva el camino
A ese pago que no olvido

28/1/07

Te Canasta en el Savoy

Aún estando en mi casa, no se si vengo, o si voy
Es que he estado de canasta, tomando té, en el Savoy
De canasta no se nada, digo con sinceridad
Todo fue cosa de Pepa, mezclarme en la sociedad.
¡Me vieran, a mi sentada con las de doble apellido
Si estaba más asustada que perro que anda perdido
Unas Larreta Raymondi, otras Rodriguez Delgado
Maestras y secretarias y yo, ¡con mi cuarto grado!.
Queriendo hacer sociedad y sin imitar aquel
Hacia unas atropelladas, lo mismo que Don Fidel
y charlaba y me reía, haciéndome la canchera
Pero estaba más boleada que criollo que cae de afuera.
Y así en forma repentina, ya soy de la Sociedad
Aunque Madrid, Torme, Gascue, es mi colectividad,
En este ambiente distinto, me sentí sin Libertad.
Prefiero reunirme en Guido, y hablar con sinceridad
Contando nuestras pobrezas ¡esa, es mi sociedad!
Me comporte de lo fino, deseando sí un apagón
Para comer a mí gusto, de un sabroso mordiscón
Son más lindos los chorizos comidos junto al fogón
Debajo de las higueras con finito cascarón
Y yo para completar, por que fumar no sabía
Coloque en la cartera cigarros de chocolate
Que me compre en Casa Tía
Porque si fumaba los otros, seguro que me caía
Como paisano mamao, tirao en la pulpería
Damas colaboradoras, del Ceibo y otra Institución
Atendían con esmero aquella amable reunión
Y junto a esas señoras, sin omitir en mi lista
También estaba Mercedes con su corazón altruista
Ofelia Isabel Madrid (Negra)

El Sueño

Soné que venias a buscarme, desperté, y al no encontrarte, te llamé con un grito ahogado en llanto, y allí estabas, en la casa, en tus cosas, en las plantas del patio, en los ojos húmedos de tus seis muchachos, en la entrañable sonrisa de papá. Te prometí esa tarde cuidarlos a todos, cuidar de todo, de la casa donde compartimos penas y alegrías, de tu libro de cocina. Regaré tus plantas, dije, y canturreare valsecitos cada atardecer.
Pero hoy tengo que irme, me voy con los muchachos, cuidare de ellos como te prometí.
Recorro la casa una y otra vez, hoy la ausencia duele más que ayer, me detengo frente al rosal donde tus ángeles tejían cintas azules y rosadas con las que invisiblemente nos sujetabas a tu lado, el rosal desde donde tus amigos luminosos velaban nuestro sueño.
En mi memoria aparece entonces, la cajita donde guardabas las plumitas y las cintas que tus ángeles te regalaban, cuando uno de tus muchachos estaba próximo a partir, cuando se alejaba, sacabas una de esas cinta y la atabas al tronco rugoso del rosal y decías en voz baja, ¡hasta cuando vuelvan!, y en esa ceremonia tan intima, parecía que los soltabas a volar.
Recorro la casa, busco la cajita, solo queda una cinta y un par de blancas plumitas, la aprieto fuerte y me voy, un día cualquiera volveré, yo se que volveré, entonces voy a atar esta cinta en el rosal y quizás pueda aún volar. ¿Volare mamá?
Ofelia Isabel Madrid (Negra)

26/1/07

El Naufragio

¡Que Tormenta!, contaban los viejos, que dijo aquel hombre, al entrar al boliche. Un tiempo antes, con las mismas palabras, otro forastero entro al boliche, traía un poncho encerado que lo cubría hasta la media pierna, una bota fuerte, y un sombrero negro de ala ancha que le tapaba los ojos, se fue desprendiendo de las prendas, primero el sombrero, después el encerado y se arrimo una silla a la mesa donde nosotros íbamos a comenzar la partida de truco, ¿se puede? Dijo, y con un gesto, pidió al dueño una caña.Afuera los refucilos alumbraban la noche, que se presentaba igual a aquella otra, fatídica y nefasta en la que murió el angelito, no había terminado yo de pensar en esto, cuando ella apareció en la calle, toda vestida de negro, envuelta en sus pañoletas y en la mano el cuchillo, reluciente. Me creen si les digo que desde entonces todas las tormentas se me hacen iguales, agua y viento, la una desaguándose en el viejo cañadon, como queriendo lavar tanta culpa, el otro golpeándose con furia contra las endebles ramas de los viejos árboles, como queriendo matar el pasadoTodo sucede en consecuencia, recuerdo que dijo el forastero que apoyado, ahora en la puerta del boliche se había detenido a mirar aquella mujer que, cuchillo en mano, peleaba con el viento- ¿Esta loca?, preguntó.
- Razones no le faltan, Don, no le han quedado ni lágrimas a la pobrecita, pero no se entrega, veinte días con sus noches de velorio, no comía, no dormía, aferrada a ese cuerpito inerte, repitiendo una y otra vez, como una letanía mío, mío.
Afuera la tormenta arreciaba y ella, empapada, cuchillo en mano peleándole a la nada. Ha enloquecido amigo, y no es para menos.-¿Usted sabe como fue?, sí, le cuento. Ella estaba sola, con el crío, aquella noche, ¿hombre?, nadie le conoce, como le cuento, la tormenta se venia al galope y ella, solita, salio a cortarla, con el angelito en un brazo y el cuchillo en la mano derecha, arranco pa` el lado por donde se venia la tempestad, gauchita la muchacha, el viento de cara, la cegó y arremolino en sus chales, al zafarlo no advirtió que la hoja silenciosa acariciaba la gargantita del mocoso.-¿Lo degolló? - Y sí, se dio cuenta, la pobrecita, recién cuando iba a cortar la cruz, y vio esas gotitas tibias que corrían por su mano y se estrellaron en la sal, apretó contra su pecho al hijito y en un alarido, que cruzo el monte, entro en las casas rogándole a San Ignacio, ¡como! no iba a enloquecer la infortunada, dicen que los gritos llamando al santo se escucharon a varias leguas.- Y ahí la tiene, ahora, sale a pelear con el viento, que le mato al hijito, mano a mano, devota de San Ignacio la pobrecita.- ¿Marido?, no se le conoce, talvez el hombre ande cuatreriando o enredado en alguna pollera, nadie lo ha visto nunca, ella llegó solita con el crío, a esa casa, donde dicen vivieron hace años, unos parientes. Para decir verdad yo, no los recuerdo y Usted sabe Don, por acá nadie pregunta.Las Doñas dicen, que vino de la Capital, por las ropas, vio, de tanto hojear revistas que dejan las señoras cuando vienen por la compra, desde el campo, algo conocen las mujeres, dijo el Patrón.
El céfiro se coló por la puerta que quedo abierta, cuando salio aquel forastero que se lo llevaba el diablo, echándose en las espaldas el encerado, se fue derechito al encuentro de la pobrecita que rondaba peleando con el viento, ella lo vio, él avanzaba contra la ventisca, ella se agazapó como un puma, fíjese, lo espero y cuando lo tuvo a tiro se le fue encima y hasta el cabo le sumió el cuchillo, el hombre se cayo de rodillas y con el último resuello la nombro, Marga dijo. Ella, lo miro, le tomo la cara con las dos manos, él se desplomó, ella se acurruco a su lado y dicen que dijo - Ignacio viniste a buscarnos. Lo confundió con el Santo, vea, estaba loca pobrecita. Allí, justo, donde esta esa cinacina se desangro el forastero, cuando llego la policía ella ya no estaba, la encontraron en el cementerio sobre la tumba del angelito, dicen que murió de frió aquella misma noche.
-¿Que si conozco el lugar donde “intierraron” al angelito?, apueste que si Don, ni bien acampe lo llevo dijo el Liborio.
-Y ¿lo llevo? Y sí, cuando empujo la reja, dijo, que un frío le gano las espaldas, al Liborio no le gusta andar en campo santo, pero estaba comprometido con el hombre, lo acompaño hasta el mismo lugar, y lo dejo solo. Andaba por ahí, dejando que los muertos me miraran, dijo Liborio, cuando lo vio volver a su encuentro.
- Parecía uno de esos Siñores de las fotos que salen en las rivistas, interrumpe el Liborio, que esta acodado en el mostrador del establecimiento.
-¡Contá, dale, no te hagás rogar, che!
-Ahora amigo dígame ¿donde intierraron al forastero?, me priguntó, por aquí le dije y lo lleve. Cuando salimos, me lo agradició, y me dejo una tarjitita, pero yo no se lier, así que fui a pedirle al Comesario y no lo va a crier Jefe, Salí interrogao
-que, ¿de donde sacaste esto? ¿Qué me viste cara di pavo? Te voy a cruzar el ribenque de lao a lao. ¡Habla! carajo o ti cruzo, me decía el comesario.
- Me la ha dao el hombre que anduvo el día de la sudestada Comesario, me pidió que lo llevara al cementerio, a la tumba del angelito.
- ¿y vos lo llevaste?, Así jue
-¿y dispués?, Nada Comesario, me dejo en el boliche, me agradició y me dio la tarjitita y como yo no se lier, se la truje, pa` que me diga lo que dice.
Mando a llamar al Dilegao.Varias veces golpio con la cartulinita el iscritorio, insiguida dijo,
- mira, esto queda acá y olvidate que conociste al Doctor.
-¿a que Doctor? Prigunte.
- mira que sos trompeta Liborio, me dijo el Comesario
- ¡Pero si no se quien es! Jefe.
- ¡Mejor así. Che, Mejor así!.
El Dilegao Municipal había dentrado al despacho del Comesario, yo me hice a un lao para que pasara, el Comesario le mostro la tarjitita.
- ¡Quién iba a imaginarlo che! Dijo, La semana pasada lei, que el único hijo del Doctor, se incontraba a bordo de ese Barco tan lujoso que naufriagó.
- Mire que casualidad compadre, yo también lei, dijo el comesario, días pasados que una tal Siñorita Marga estaba en el mesmo barco.
Se hizo silencio en el boliche. Liborio continuo.
-los dos, muy ladinos, se miraron y me rilogearon
- El Doctor va a estar muy agradicido de que nosotros hayamos incontrado su tarjitita ¿no le parece Compadre? Dijo el comesario.
- ¡Sí, sí, me parece, Che!. ¡Que Noticia!
- Y con este ¿que hacemos? prigunto el Dilegao.
- Anda nomás Liborio me dijo el comesario, y de esto, che, ni una palabra.
-Entonces Usted no llamó al Doctor dijo el forastero
-Apueste que no don dijo Liborio
-yo, no se lier, soy un pobre gaucho bruto, pero tengo palabra.

25/1/07

Amaneceres

La aurora en el horizonte
Coloreada de arrebol
Esta avisando que el sol
Se asomará en un instante
Para que el disco radiante
Del Astro Rey de los cielos
Haga brillar en el suelo
Cual hermosa pedrería
Las gotitas que el rocío
Fue sembrando como al voleo

Del Monte el ave cantora
Le da la bienvenida
A esta mañana encendida
Desparramando colores
Entre sauzales que lloran
Y ceibos que están en flor
Se despereza el amor
Fuente eterna de la vida
Como lámpara encendida
Por la voluntad de Dios.

Así nace esta mañana
Llena de luz y gorjeos
Mi más vehemente deseo
Es brindarles desde el alma
Estas décimas salidas
De las cuerdas de mi guitarra
Ese zorzal en la rama
Procura su nido hacer
Y el hombre despierta a la vida
Abrazado a una mujer.
Leonardo Madrid(Negro)

Los Isleños

Con idéntica fuerza, con el mismo amor, con que canto a mi pueblo hago estos versos para mis hermanos Los Isleños del Delta del Paraná

Delta del Paraná. Fantástica pintura musical
En el trino de las aves, en tu fronda
En la maraña de arroyos que te surcan
escrita esta en agua, tu dulce identidad

Lugar de erguidas alamedas, de llorones saucedales
Que impotentes ante el avance de tu río
Se agitan en el viento imperceptible de la tarde
Rogando a Dios se detenga la creciente

Que se encaucen las aguas, que se alejen
Claman tus canoas en acompasado balanceo
Hoy como otras tantas veces, como siempre
Sin lágrimas, tus hijos lloran lo perdido

Y cuando bajen las aguas, cuando ello ocurra
Cuando vuelvan a estrecharse entre barrancos
Y se vuelquen caudalosas al ancho Estuario
Tu isleño volverá a soñar tus arreboles

Yo pienso en lo profundo de su pena
Cuando vuelva a levantar su rancho
El agua le ha llevado todo, o casi todo
le queda aún, la canoa, su esperanza

Lo imagino en el silencio profundo de su noche
Cuando no pueda conciliar el sueño
Y los recuerdos avancen como el agua
Y rebasen el barranco de sus ojos

Y lo veo mañana, Abriendo de nuevo el surco,
Sembrando, Pescando surubíes y dorados
Mientras una lancha perfilando por su Río
le regresa sus hijos de la escuela

Isleño del Paraná, al pasar, yo, te saludo
Baila tu canoa meciéndose en las aguas
En el compás de la chamarra te descubro
Alegre, romántico, y feliz.
¡Isleño del Paraná, Yo te saludo!
Leonardo Madrid (Negro)

22/1/07

Milagro

En una tarde de Enero
cuando la noche cubría
Llego al seno de una Madre
El hijo que no tenia
llegó, sin ser esperado
pues su latir no sentía
quizás milagro de dios
Porque se llama María
María como aquella Madre
que al niño Dios trajo un día
envuelto en mil ilusiones
y una estrella como guia
Ella alumbraría el sendero
que Jesús recorrería
Tendiendo su mano santa
al que a su paso vendría
Y así será vuestro hijo
bueno, como fue el Mesías
Trayendo mucha esperanza
al despertar de los días
y contemplando esos ojos
cual gotitas de rocío
le dirán con todo amor
¡eres hermoso hijo mío!
Para mis buenos amigos, Rulete Gascue y Tita Barragan Padres de Dany
Ofelia Madrid

21/1/07

La Vuelta

En Agosto de 1979 con motivo de la fiesta de Ex-Residente que habría de realizarse en Guido, Madrid escribió estos versos, que corrigió varias veces, como era su costumbre

Cantando venimos, llorando nos vamos
Desde otros lugares al rincón natal
Para compartir con nuestros amigos
Recuerdos de un tiempo que no volverá

Salimos un día detrás de un futuro
Pero nunca dejamos de mirar atrás
Alguien nos retiene, quizás sea la tierra
Donde nuestros viejos descansan en Paz

La voz que oímos, muy dentro de nosotros
La que nos convoca a volver acá
Se asemeja al susurro del viento
Cuando se hamaca en el saucedal

Esa voz que nos llama, la que nos atrae
La que anda por las calles llamando a ¡Fiesta!
Viene desde el fondo de la barranca
Corre por el puente, se eleva en remolinos

Abre los postigos, golpea las puertas
Despierta los recuerdos y vuelve a salir
La alegría se adueña de la Plaza toda
El pueblo nos abraza, se deja querer

Aquí estamos, otra vez, de vuelta
En el rincón querido que nos vio nacer
Que guarda la huella del primer paso
Donde nos espera el atardecer.

Leonardo Madrid (Negro)

14/1/07

Inéditos

Con el Seudónimo de León Yamaidá , escribió
Estoy mirando el mar, desde la playa
las olas rompen y se alejan
para tomar distancia y regresar
envueltas en espumas
Estoy absorto, ebrio de poesía
aguas verdes, azulinas hermosas
turbulentas y bravias
Horizonte de agua, mar y cielo
todo parece cerca
pero todo esta muy lejos
Una Gaviota se alza en vuelo
se aleja por un cielo casi gris
pienso si alguna vez ¿piensas en mi?
y abrazado a tu recuerdo
me quedo en la Playa
mirando las olas que vienen
hace milenios descargando
arena en la ribera
(1941)
Incertidumbre

Quien puede saber por que es que a veces
nos encontramos en el camino de la vida
con personas por nosotros jamás vistas
y no obstante no haberlas visto nunca
nos parecen hace tanto conocidas.

Y surge la pregunta ¿dónde nos vimos antes?,
en que otro tiempo, en que otro mundo
¿por que solo tenemos recuerdos vagos?
de luces y de sombras y la idea soñadora
que nos despierta a la vista esa presencia

Yo vi esta tarde y se perdió entre la gente
esa mujer que no tengo dudas, juraría
haberla visto tantas, pero tantas veces
que aún tengo en mis manos su perfume
yo la vi esta tarde perderse entre la gente

Solo Dios puede saber si el alma humana
vaga errante cuando abandona la materia
si toda esta luz, esta energía que es la vida
vuelve una y otra vez y si es así ¡Dios!
a esa Mujer, yo pude en otro tiempo conocerla
(1960)
*******************************

Sobre el filo de la noche, ella me despierta
y la tenue luz que filtra la ventana
dibuja la figura sutil que avanza
se sienta a los pies de mi cama
Me veo en sus ojos profundos y oscuros
y siento un perfume suave casi imperceptible
me arrulla una antigua melodía
se acerca, me acaricia la frente,
me besa tiernamente y se va
En el filo de la noche ella me despierta una vez más.
(1960)
*************************************

Por el terraplén va y viene mi día
y de pronto esa figura frágil
que por el peralte camina
¿alucinación?, ¿mi cansancio?
o ella buscando mi vida.
Nadie va a creerlo, pero yo la he visto
pasar a mi lado haciendo remolinos
venia la Muerte en busca de mi vida
me sonrió y se fue diciendo hoy no es el día
(1963)
*****************************
he soñado contigo, ¡es imposible!
pero en el correr del sueño
y por momentos me supuse
ser tu dueño
¿te ame?, ¿te quise?
o talvéz nunca nos quisimos
pero en mi sueño
he conocido la dulzura de tu boca
he soñado contigo, ¡es imposible!
pero te he soñado.
(1963)
****************************
sentado en un banco de Plaza Retiro
observo la gente que pasa,
los niños que juegan
tronando en el aire
van sus vocerios
Alli una pareja
planeando futuro,
quizas solo un encuentro
tal vez la despedida
la torre aqui enfrente
marcandome el tiempo
con sus campanadas.
Estoy sentado en este banco
con mis preocupaciones,
Oigo una sirena que ulula en el puerto
y caigo en nostalgias de barcos
de viajes y suelto mis sueños
y vuelo con ellos, a lugares lejanos
y vuelvo y sigo sentado
en un banco de Plaza Retiro
(1966)

12/1/07

Para mis hijos

Yo seré nada más que lo que he sido, un hombre simple, que se hizo en los caminos y hoy ya vencido por los años, al no poder intervenir en otras justas, Les dejo las banderas de mis luchas

  • Enciendan fuego, pero no en la boca del fusil que mata sino en el corazón frió de aquellos que pasan por la vida sin mirarla.
  • Crean en la amistad desinteresada, capaz de devorar distancias, y sortear todos los obstáculos cuando se la llama, y volver a guardarse en el silencio sin pedir a cambio NADA
  • No pidan favores que se pagan dobles, Sean solidarios, pero no lo digan, compartan lo que tienen y no lo que les sobra.
  • No busquen enemigos, en los adversarios, respeten al que piensa distinto, siempre es un Hermano.
  • La palabra compañero no tiene dueño y acaso si lo tiene, somos todos, los que compartimos el pan de cada día en el crudo frió del invierno o en el sol abrasador de un mediodía.
  • No miren para atrás, ni bajen la cabeza, miren las estrellas y descubrirán que la vida es hermosa y Eterna

Para mi nieta Daniela

Cuando leas esto que te escribo, habrá pasado mucho, muchísimo tiempo, ahora sos chiquita y de igual manera que te escribiré las cartas que me dictaran los Reyes magos, cada cinco de enero, así te escribo esta cartita que esconderé entre mis cosas, y un día recibirás. Hoy es 10 de febrero de 1979. El 31 de Julio de año pasado me desperté dentro de una pesadilla, unos perros fieros, a dentelladas me corrieron, cuando me repuse, habías llegado, entonces te vi, chiquita dormías tranquila y hasta parecía que me sonreías. Mi cansado corazón latía desbocado, se fue serenando, mientras velaba tu sueño, lo fui sosegando, para que no bellaqueara, para que no te asustaras, mientras descubría, como te anidabas, pequeña ratona, en los matorrales de este viejo y cansado corazón. Hoy estamos en Guido, te van a bautizar en la Iglesia de Labarden, así lo decidieron con tu Madrina Marilú, tu Padrino es tu tío, Jorge, a mi me hubiese gustado que te bautizaran aquí en la Iglesia de Guido, donde a mi me desendemoniaron un día de febrero también, pero tu mamá y tu papá no están casados por Iglesia ¡válgame Dios cuanta hipocresía ! y entonces, gracias a los buenos oficios de María Amalia Solanet, te vas con tus padrinos y tus papás a Labarden. Yo mientras tanto, preparo los fuegos para asar el cordero, y mientras espero repito la antigua ceremonia que hacía mi madre, tu bisabuela, me acerco al viejo rosal y le pido al ángel de la guarda, que habita en el, que te proteja y guié. En tus ojitos marrones, en tu boca pequeña, en esas manitos que aprietan los dedos de mis manos hay algo de mí, te miro y te miro no me canso de mirarte buscando parecidos. Me asombrare en tus asombros, digo, me celaré de tus sueños cuando te arranquen suspiros, pienso. Pequeña ratona. Serás como Sancho para Don Quijote, "mi escudero", y andaremos por la vida de la mano, los dos, descubriendo colores, sonidos, sabores y olores. Te contaré historias y cuentos en siestas insomnes, haremos nada y seremos holgazanes, y un día cuando hayas crecido yo seguiré contigo, cuando no hagas Nada, cuando te enojes con las injusticias, cuando llueva del este, cuando mires en cualquier lugar del mundo un atardecer, cuando te despierte el canto del zorzal, cuando escuches cantar a Gardel, cuando rezongue en una acordeona un chamane, cuando alguien pase a tu lado silbando esta zamba, cuando hagas palabras cruzadas, cuando florezcan los paraísos, en las fases de la luna, en un cielo estrellado, yo estaré, estaré en las cosas simples que hoy comparto contigo aunque tu no lo adviertas. Mi Nego chiquito, pequeña ratona que anidaste en mi gastado corazón y me rescataste de agosto, aunque hoy no comprendas esto que digo, yo seguiré contigo, aunque este tiempo no alcance para que me recuerdes mañana, yo estaré contigo la vida entera. Tu Abuelo

11/1/07

Balance

Era yo muchacho aún, cuando la vida
me hizo sentir el rigor de mi destino
y ya el tiempo que tuve, me fue poco
para pensar en la escuela y en los libros
y si bien es cierto que la vida enseña
distinta es la manera como enseña el aula
por que el hombre necesita otros saberes
y en la calle no encuentra esa enseñanza
Yo hubiera querido ser "Doctor", hacer la Ley
y con esa Ley defender al desvalido
pero el tiempo que tuve entre quehaceres
lo fui gastando en los caminos
Dando tumbos y tumbos muchas veces
hasta el pan, me falto sobre la mesa
y otras tantas, en largas madrugadas
los desvelos me golpearon la cabeza
Tiritando con la escarcha del invierno
o abrazándome al sol de media siesta
anduve haciendo patria a cuatro rumbos
sin que nada a mi cuerpo hiciera mella
Rompí la tierra, sembré su vientre
y al cosechar los frutos maduros
me birlaron el esfuerzo los pudientes
pagando con migajas mi trabajo
Tale los montes para hacer de la madera
leña y lumbre para las noches frías
y me paso, lo que al sembrar la tierra
esfuerzo del hombre que se olvida.
Cuide el ganado de otras gentes
señores que no saben de pobrezas y miserias
Hice de todo pero menos, tocar si acaso
lo que de otros era, por que aprendí de chico
que con lo ajeno nadie debe salirse campo afuera
Y hoy, al hacer el Balance de mi vida
encuentro que aún me quedan sueños
para hacerse realidades todavía.
Leonardo Madrid(Negro) '75.-

Para mi Madre

Señor humildemente te pido que hoy
¡Brille! el sol como nunca en las alturas
que los mares del mundo sus furias aquieten
y que las aguas verdes que las playas besan
reciten estos versos junto a la rompiente.
Que canten las otras, te ruego Señor
las que caen torrentosas desde el pico más alto
al fondo del valle la canción más hermosa.
Hoy señor que es el día de todas las madres.
Que tu silbo en viento, al mover el ramaje
haga que la selva, toda, cante rumorosa
y cuando desmaye el sol, al caer la tarde
cante la fuente en la que se mira la rosa
Hoy en el día de todas las Madres
***
Mi madre es un silencio
que arrulla mi alma
se fue una mañana
que mi corazón no olvida
y al llegar al cielo
prendió una estrella
que nos protege y guia
cultivo palabras
en mi pensamiento
que se vuelven versos,
y en mi jardin rosas
que perfuman su recuerdo
Leonardo Madrid(Negro)

5/1/07

La Inundación

Primero, fue el viento del Este,
cintas de plata cruzaron tu cielo
avivando los fuegos de Eras pasadas.
Un fuerte olor a tierra mojada
anunció la llegada del agua.
El Agua que lava, desentierra,
borra tu barranca y avanza.
Una ramita zizagueante
de Tala navega solitaria.
En un poste cercano
un nido de Hornero, solo, resiste.
Rumor de agua en la fría tarde de Junio.
Murmullo de agua que avanza
en el profundo silencio de la noche
recorriendo tu antigua geografía
de profundo Cañadón terciario.
Tu vida, comenzó en el agua
y el agua no te olvida, vuelve,
te busca, te recorre, te abraza,
te acaricia, te inunda y se va
lenta inexorablemente a
encontrarse con el Mar.
Leonardo B. Madrid (Negro)

4/1/07

Un Sueño hecho realidad

Soñamos volver a encontrarnos todos en General Guido y ¡Lo logramos!. Desde Capital Federal, Mar del Plata, Lomas de Zamora, La Matanza y otros lugares, fuimos llamándonos unos a otros, reforzamos los eslabones de la cadena que, sujeta al tren de los recuerdos, nos regresó , por unas horas a nuestro Pueblo, ¡Gracias! a la labor de esa incansable mujer que es Mabel Barragan y a los Kilómetros, que robando horas al sueño, hizo Edgardo Gascue, ambos, pilares fundamentales para que ésta fuera una FIESTA de Verdad.

El camino queda abierto, quizás mañana nuestro hijos vuelvan a encontrase y recorran las calles que nosotros caminamos, rezen una plegaria en la Iglesia donde nos catequizaron, visiten nuestra Escuela y antes de irse nos dejen una flor a la pasada.


Edgardo Gascue en el microfono diciendo los versos que escribí pensando en mi pueblo "Querencia". Mis hermanos, Deúl (Loro) en la Guitarra, lo sigue Benjamin (Mochi) del que solo se ve su sombra, sigo yo, moqueando apoyado en mi guitarra, a mi lado el Amigazo Bernardo Cheppi, no es de Guido, es de Tandil, pero aquí esta, con nosotros, para animar con su canto esta reunión y a su lado Pancho Loubet.

Centro Recreativo Cultura. Bueno, yo (el burro por delante) recibiendo el saludo del Intendente Abelito Cepeda, en el fondo Mabel Barragan y Edgardo Gascue. Tambien están los muchachos que en Guido trabajaron duro y parejo para este primer encuentro. Leonardo B. Madrid (Negro)


La Foto



Esta es una de las fotos más antiguas ( 1895) que nuestra familia conserva, en ella aparecen varios miembros de la familia de Juan Madrid y Ciriaca Sosa, en la cuarta fila pueden verse dos guitarristas, el más alto, es Bernabé Madrid, mi abuelo.
Pocos son los datos que puedo agregar, están además Juan Pascual, Lucía, Luisa, Andrea y Genoveva, pero no puedo identificarlas, tampoco al Abuelo Juan y a la Abuela Ciriaca, nada supe de ellos, siempre que mi padre y los tíos hablaban de la familia, todo se reducía a Bernabé, Juan y Lucía.
Con ésta foto, comenzaban ellos, la recorrida por el pasado, buscando parecidos, encontrando a Juan Pascual, a Lucía, recordando "Hechurias" que le hacían a las tías, lo bravas que eran aquellas mujeres, recordaban una pelea que habrian tenido Lucía y Bernabe, donde quedo expuesta la fiereza de las mujeres Madrid; pero nada más, después todo parecía entrar en la "neblina del tiempo". La familia Madrid se dividía en ese instante en Papá, Mamá, Lucia y tío, y Tío Juan y tía Rosa. Madrid-Algañaraz, Algañaraz-Madrid, Madrid-Brigñole (ver Los Orígenes)
Vuelvo a mirar hoy esta foto, con todas las ventajas que de la tecnología, la amplío buscando esos parecidos, esa sonrisa melancólica, ese gesto de cruzar las manos, esa mirada triste y ¡Sí! no hay duda en este grupo hay mucho Madrid, pero ¿quienes fueron?,¿ dónde estaban?, los niños de la primera fila ¿quienes eran? ¡Cuantas! preguntas surgen mirando los restos de una vieja foto de aproximadamente 112 años. Ya nadie queda, que pueda contarnos la Historia detrás de la foto, pero aquí está, ella, desafiando el tiempo, ajada, arrugada, mirándonos.









3/1/07

Los orígenes

Siempre me ha gustado investigar el origen de nuestros apellidos y poco es lo que hasta ahora pude encontrar, lo dejo asentado, por que tal vez mañana, alguno de mis hijos lo quiera continuar

Mi padre Bernabé Madrid, era hijo de Juan Madrid y Ciriaca Sosa por acá empieza la cosa

Sosa: Ciriaca era hija de Juan Sosa y Gervasia Mendieta, Pero ¿quien era Juan Sosa?, Juan Sosa era hijo de José de Sosa y Marin nacido en 1780 y que de su matrimonio con Rudecinda Casado habían nacido tres hijos Antonio, Juan y Gualberta.
Y también pude saber, gracias un trabajo titulado: ¿Quien fue quien?, El Teniente Juan Sosa, de
l profesor Cesar Vilgré La Madrid, que los padres de José de Sosa y Marin fueron Joseph de Sosa nacido en Buenos Aires en 1738 y Juana Marin nacida en Montevideo descendiente de los primeros pobladores de esa ciudad.
Ciriaca Sosa, era mi abuela, Juan Madrid, mi abuelo, de él no tengo hasta la fecha datos, de ese matrimonio nacieron: Juan Pascual, Bernabé, Luisa,Ciriaca, Genoveva, Lucia y Andrea
Y así llegamos a mi padre Bernabé Madrid nacido en 1875. En 1901 se casa con mi madre, Isabel Algañaraz, nacida en 1880, en el partido de El Vecino, hija de Eleodoro Algañaraz y Damiana Cabello, de esa unión nacimos nosotros. Las fechas de nuestros nacimientos están sacados de la libretita de mamá, otro día les cuento de "la libretita".
Orden de Nacimiento, Casamiento, Hijos, Nietos
  1. Leoncio 26 de Marzo de 1902 (muerto a los pocos días de nacido)
  2. Horacio Urbano, Domingo 2 de Abril de 1903 - fallecido en 1963 , casado con Josefa Eyharcet tuvieron 2 hijos Horacito, falleció muy bebé aún y Elba Rosario (Cuca) casada con Atilio Raymondes; Viven en Capital Federal, tienen tres hijas Elba María,Guillermina y Paula.
  3. Rogelio Felix, Sábado 11 de febrero de 1905 - casado con María Nélidad Aphat tuvieron 3 hijos Nilda Isabel fallecida a los 15 años, Rogelio (Vicente) fallecido a los 23 años y María Nélida casada con Luis Peccia, viven en Tandil tienen dos hijos Karina y Pablo.
  4. Tulio Nicasio, Viernes 14 de Diciembre de 1906- casado con Mariana Apezteguia tuvieron 2 hijos Tulio Bernabé (Tuly) casado con Maria Petronila Gascue (Marilú) viven en Guido y Myrtha Ofelia casada con Santiago Fumiere, viven en Quilmes, tienen 2 hijos Myrtha Graciela y Mariano ( nacido hace un año)
  5. Ahora es mi turno, Yo Soy Leonardo Bernabé, Domingo 6 de Noviembre de 1910, me case con Mercedes Fernandez Vivo en Banfield tengo 2 hijos Liliana Isabel y Jorge Leonardo
  6. Benjamin Emilio, Domingo 30 de Junio de 1912 Soltero, vive en Banfield.
  7. Ema Isabel 4 de mayo de 1914 falleció a poco de nacer
  8. Deúl Victoriano, Domingo 5 de Septiembre de 1915, Soltero, vive en Banfield.
  9. Ofelia Isabel, Martes 23 de octubre de 1917, Soltera, vive en Banfield

La Familia Sigue

  • Un hermano de papá Juan Pascual se casó con Rosa Brigñole y tuvieron siete hijas mujeres y un solo varón
  • Un Hermano de mi madre Pedro, se casó con una hermana de mi padre, Lucía y tuvieron siete hijos seis varones y una mujer.
Cuando reviso estos datos veo como todo se enlaza como si estuviéramos atados por cintas invisibles Noviembre de 1976
Octubre de 1978, cuantas cosas han pasado en estos dos años tengo que modificar los datos.
  • Ha muerto Tuly, mi sobrino, el 25 de abril de 1977, tenía cuarenta y siete años, de su matrimonio con Marilú Gascue no quedan hijos.
  • 31 de Julio de 1978, ha nacido mi primer nieto, Nieta, hija de Liliana, Casada con Daniel Forcinito, viven aquí en Banfield.
  • 20 de Agosto de 1978, muere mi hermano Rogelio.
La vida sigue su curso, siempre va. Cuando repaso este ayuda memoria, la nostalgia de aquel pasado se instala en mi corazón y tengo que recurrir al "Trinetron".
  1. Madrid- Algañaraz. Eyharchet, Raymondes;Apahat, Peccia;Apesteguía, Fumiere, Gascue; Fernandez,Forcinito
  2. Algañaraz-Madrid. Torme, Garro,Castro.
  3. Madrid-Brigñole. Seresini,
Ha la fecha el único nieto de Bernabé Madrid es mi Hijo Jorge Leonardo, soltero que vive en Banfield.
De Juan Madrid su único hijo varón, Yingo, ya fallecido deja de su segundo matrimonio ( en su primer matrimonio con Leliz Seresini no tubo hijos, enviudo en 1954) un Hijo varón, que vive en Maipú, y también se llama Jorge, soltero, en ellos, hoy, terminan las dos ramas de este árbol que supo ser frondoso en Mujeres.
La Rama Algañaraz, siguió mas fuerte, creciendo en Varones.
Leonardo Bernabe Madrid (Negro)

1/1/07

Noche de Reyes

Cuando éramos chicos, no había Papa Noel y es perfectamente entendible, ahora que supe, que apareció en una Chimenea con la bolsa cargada de Coca Cola. En aquellos años no había Coca Cola.
Pero volvamos a las Navidades, allá en Guido, como ya dije, no había Papa Noel, ni arbolito y menos regalos. Pero había nacimiento, Pesebre, que con dedicación mi madre colocaba sobre una mesita ( sobre el aparador cuando vivimos en el pueblo) María, José y otras figuritas de chapa esperaban sobre un mantelito blanco, balnquísimo, que a la media noche, mamá, colocara la figura del niño y entonces prendía una velita y agradecía a Dios, Nuestro Señor, por haber enviado a su hijo para enseñarnos el camino.
Una semana después despedíamos el año viejo ¡esa era una fiesta!, todos se saludaban, y hasta había baile, mamá decía que el año viejo se llevaba las cosas buenas, pero las malas también, los sueños cumplidos y a los otros, los quemaba en la última noche, por eso el primer día de enero había que empezar a soñar de nuevo. El año nuevo era como un cuaderno sin uso, había que hacer buena letra.
Pero el nuevo año nos traía la noche más esperada, la noche mágica del quinto día, ¡sí! esa noche los tres Reyes magos venían a visitarnos y nos dejaban regalos.
La alpargatas olorosas, los esperaban y Baltasar, Melchor y Gaspar, que por suerte no debían de tener olfato, después de darle de beber ,agua fresquita del pozo, a sus camellos, nos dejaban chocolates, grageas, algunas moneditas para los más grandes y una Carta, escrita de puño y letra, donde nos felicitaban por nuestro comportamiento, alguna vez recibimos una reprimenda.
Mientras los esperábamos, hasta que el sueños nos vencía, mirábamos el cielo oscuro, poblado de luciérnagas y los imaginábamos caminando hasta nuestra casa. ¿no se pierden mamá?, ¿viajan solo de noche?, ¿y si llueve?. Mamá siempre tenía la respuesta a tiempo.
Aún hoy, sigo mirando al cielo, buscando la señal que me avise que los tres magos han comenzado a desandar ese eterno camino de ilusión, ahora escribo yo las cartas, que ellos me dictan, ayer para mis hijos, hoy para mi nieta, y me emociono, todavía. Las cartas que yo escribo, siempre han acompañado, no sin sacrificio, bicicletas, mecanos, muñecas, los Reyes que pasaron por nuestra niñez, allá en Guido, cargaban sus alforjas con dulces y una carta prolijamente escrita, por mamá, para todos, pero que cada uno de nosotros, sabia personal, durante el día siguiente, mamá, o los hermanos mayores, la leían varias veces ante el pedido insistente de los agasajados.
Uno de los grandes males de estos tiempos, es la falta de imaginación, la escases de ilusión que hay en los chicos. La psicología de nuestra casa fue un rebenque que se hacia oír en el aire solo algunas veces, por que otras, estaba mamá para callarlo.
Mamá, fue capaz de hacernos ver a los tres reyes magos cruzar a campo traviesa, rumbo a San Juan del Vecino, aquella fresca y luminosa mañana de Enero, mientras nosotros, con la torpeza del susto, rompíamos los papeles de colores con que los magos habían envuelto la "libra de chocolate", la noche anterior, de tanto en tanto, sostenidos en su voz, levantavamos la vista y los veíamos alejarse, veíamos tres figuras perderse en el horizonte de una hermosa mañana de Enero. Noche de Reyes, esa sí, era nuestra fiesta! Leonardo Madrid (Negro)