El día 5 de Junio
En la calle Centenario
Se hallaron dos adversarios
Enhorquetados a sus fletes
En eso el más regordete
De apelativo Cepeda
Dijo: Lo único que queda
Por el amor de esta moza
Es Rodiño una carrera
Y así resolver la cosa.
Al ¡vamos nomás! Salieron
Con un desenfreno tal
Que los dos al por igual
Corrían como el Pampero
Puntió, Rodiño primero
Y lindo se acomodo.
Muy pronto se comento
Que este ganaba la lucha,
Pero ocurrió compañero
Lo que sabrás si me escucha.
Dos saltos, un hamacón
Y patadas del oscuro
Dieron como ya seguro
Lo que estaba por pasar
Cepeda quiso charquear
Pero tampoco lo pudo
Ya era tarde y el oscuro
Se volcó como una tasa
Y rodando lo largo
Como una bola de grasa.
En un ¡Ay!, decir
Jesús la gente se amontonó
Pa` ayudar al que cayó
Que era del sotreta dueño,
También el Circo Porteño
En pleno allí se reunió
Miren lo que sucedió
Por esa hijita de Eva
A quien ni el Diablo la lleva
Y aquí los alborotó
Dolorido por el golpe
Con la voz algo apagada
Dijo: yo no valgo nada
Rodiño, se la gano
En eso allí se llegó
Don Bernabé con un hijo
Y éste de inmediato dijo
Que a su casa lo llevaran
Y que el Doctor lo curara
Si el golpe le había hecho mal
Pero por felicidad
El mismo dijo: No es nada
Fue con suerte la rodada,
No hay ninguna novedad.
Y así fue, sin más ni más
Que se repuso el enfermo
Y aunque manco y medio rengo
Vencido ya en la esperanza
Caminó rumbo a su Estancia
Muy gauchito, a tranco lerdo.
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