de Leonardo Bernabé Madrid, mi padre, "cosechador de amistades que perduran". Para la familia, para los amigos, para quienes lo conocieron, para los que llegaron tarde, para el pueblo de General Guido

6/2/07

Había una vez

… una chingola, menuda avecita parda, que iba y venía por mi casa, del patio a cocina, de la cocina al patio, bordando esperanzas, deshilachando sueños, cosiendo ilusiones. Se le fue la vida La diminuta chingola, junto a su chingolo de lindo copete, acopiando ramitas, plumitas y grama a poca distancia del suelo, en el Vecino, armaron su nido. Yo la veía, con su delantal junto al rosal, llorando penas, riendo alegrías, atando cintitas, escondiendo dolores. Yo, ¡cuanto la quería! 
Pensando en a sus pichones, la estremecieron las campanas que llamaron al Ángelus y con su alita rota, fiel creyente, se santiguo y desgranando aves, alcanzo a María. 
Ya no hay dolor, se ha dibujado una suave sonrisa en su boca trémula. 
La pequeña Chingola se ha quedado dormida, Yo, ¡cuanto la quería! hay silencio en el patio, enmudeció la cocina, y en la casa hace frío. En siete corazones esta latiendo el tuyo avecita parda, pequeña Chingola mía. Tu fiel compañero celará del nido, hará oír por las noches su canto desleído y en vuelos fatigados, algún día, regresarán tus pichones a dormirse en el nido.
Para su madre Isabel Argañaraz 
Leonardo Bernabé  Madrid ( 1943 )

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