Era yo muchacho aún, cuando la vida
me hizo sentir el rigor de mi destino
y ya el tiempo que tuve, me fue poco
para pensar en la escuela y en los libros
y si bien es cierto que la vida enseña
distinta es la manera como enseña el aula
por que el hombre necesita otros saberes
y en la calle no encuentra esa enseñanza
Yo hubiera querido ser "Doctor", hacer la Ley
y con esa Ley defender al desvalido
pero el tiempo que tuve entre quehaceres
lo fui gastando en los caminos
Dando tumbos y tumbos muchas veces
hasta el pan, me falto sobre la mesa
y otras tantas, en largas madrugadas
los desvelos me golpearon la cabeza
Tiritando con la escarcha del invierno
o abrazándome al sol de media siesta
anduve haciendo patria a cuatro rumbos
sin que nada a mi cuerpo hiciera mella
Rompí la tierra, sembré su vientre
y al cosechar los frutos maduros
me birlaron el esfuerzo los pudientes
pagando con migajas mi trabajo
Tale los montes para hacer de la madera
leña y lumbre para las noches frías
y me paso, lo que al sembrar la tierra
esfuerzo del hombre que se olvida.
Cuide el ganado de otras gentes
señores que no saben de pobrezas y miserias
Hice de todo pero menos, tocar si acaso
lo que de otros era, por que aprendí de chico
que con lo ajeno nadie debe salirse campo afuera
Y hoy, al hacer el Balance de mi vida
encuentro que aún me quedan sueños
para hacerse realidades todavía.
me hizo sentir el rigor de mi destino
y ya el tiempo que tuve, me fue poco
para pensar en la escuela y en los libros
y si bien es cierto que la vida enseña
distinta es la manera como enseña el aula
por que el hombre necesita otros saberes
y en la calle no encuentra esa enseñanza
Yo hubiera querido ser "Doctor", hacer la Ley
y con esa Ley defender al desvalido
pero el tiempo que tuve entre quehaceres
lo fui gastando en los caminos
Dando tumbos y tumbos muchas veces
hasta el pan, me falto sobre la mesa
y otras tantas, en largas madrugadas
los desvelos me golpearon la cabeza
Tiritando con la escarcha del invierno
o abrazándome al sol de media siesta
anduve haciendo patria a cuatro rumbos
sin que nada a mi cuerpo hiciera mella
Rompí la tierra, sembré su vientre
y al cosechar los frutos maduros
me birlaron el esfuerzo los pudientes
pagando con migajas mi trabajo
Tale los montes para hacer de la madera
leña y lumbre para las noches frías
y me paso, lo que al sembrar la tierra
esfuerzo del hombre que se olvida.
Cuide el ganado de otras gentes
señores que no saben de pobrezas y miserias
Hice de todo pero menos, tocar si acaso
lo que de otros era, por que aprendí de chico
que con lo ajeno nadie debe salirse campo afuera
Y hoy, al hacer el Balance de mi vida
encuentro que aún me quedan sueños
para hacerse realidades todavía.
Leonardo Madrid(Negro) '75.-
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