de Leonardo Bernabé Madrid, mi padre, "cosechador de amistades que perduran". Para la familia, para los amigos, para quienes lo conocieron, para los que llegaron tarde, para el pueblo de General Guido

15/12/06

Plaza de Mayo, dicienbre del 66.-

Plaza de Mayo, diciembre de 1966, en mi hora de descanso llego a la Plaza buscando la sombra fresca de esta Palmera, veo la gente que pasa, como yo, trabajadores, que se han detenido a descansar y buscan la sombra fresca de esta Plaza Centenaria.
En unos días se cumplen seis meses del golpe Militar al Presidente Arturo Ilia, hago un recorrido visual de la Plaza, la fuente, la Pirámide, allá el Cabildo, adivino a mi espalda la Catedral, a mi izquierda el Edificio del Banco, la Casa Rosada, levanto la vista y en lo alto del mástil flamean libres los colores celeste y blanco de la bandera de mi Patria. El sol cae a pleno en el centro de la Plaza dejando un claro manchón caliente que ni las palomas se entreverían a pisar.
Hay dos señoras sentadas a mi derecha, conversan, parecen amigas, de pronto, una de ellas levanta la voz y puedo oírla decir.
-Tú, Política, eres por definición el conjunto de asuntos que interesan a El Estado. El Estado es la Nación, Nación es una comunidad, La comunidad es la unión de personas que tienen intereses comunes, que están unidos por lazos históricos , lingüísticos, religiosos, económicos, establecida en un territorio. Ese territorio es el País. Cuando los Hombres nacen en ese territorio, me llaman Patria y yo, feliz cuando vi que mi pueblo que se organizaba en base a una Ley que llamaron Constitución, feliz cuando mi hijo Manuel me regalo esa bandera que me acaricia el alma cuando la mueve el viento.
Somos amigas desde siempre Política, tu sabes de Leyes, de Diplomacia, de Educación, de Salud, velas por el Bienestar General de mis hijos, hoy quiero hacerte una pregunta
¿Que has hecho de mi País, de mi Territorio de mi Comunidad, de mi Nación, de mi Estado.
La Política se abanica, con unos papeles que trae en sus manos, imposta la voz y responde, yo soy una artista, querida amiga, hago lo posible, si no te gusta lo que hasta aquí esta hecho, con la misma Ley que, dices, tus hijos se dieron, en nombre del poder supremo que detentas ¡Demándame!, que pongo a Dios por testigo, Estimada amiga, el problema no soy yo, son esos hijos tuyos hijos, tan mal educados, tan soberbios, tan avasalladores, tan impacientes.
No permito que hablen mal de mis hijos, ellos están siempre dispuestos a defenderme, hasta son capaces de morir por mi, dice La Patria.
No te equivoques,Patria, morirían por ti, si yo se lo ordenara dice la La Política y abanicandose con sus papeles, camina hacia el manchón de fuego, que ni las palomas se atrevían a cruzar, pasa, saluda con una sonrisa estereotipada a la Plaza Centenaria y se pierde en la sombra fresca, que adivino, de la Casa Rosada. -Leonardo Madrid

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